Danzar flamenco en tiempos contemporáneos. Danzar es una cosa, danzar a partir de la vena del cante y el flamenco es otra cosa. La danza flamenca en México tiene sus mátices, más allá de la visión poscolonial. El arte del flamenco se caracteriza por ser nómada, arraigado en el viaje y la transformación. Del flamenco se espera pasión desbordante en sus zapateados y sonidos de palmas e instrumentos de cuerdas. Pero del flamenco tradicional ya no hay mucho, un país como México, lo absorbió, transformó y llevo a otros lugares. La versión tradicional son los “tablaos”, donde las(os) bailaoras(es) se sueltan al compás de una guitarra, de palmas (aplausos) y de voces desgarradas de cantaores que suenan al ritmo para guiarlos. Sin embargo, en el siglo XX, con el acceso de las danzas tradicionales al terreno del arte escénico se estableció la idea del Ballet en las diferentes disciplinas dancísticas; así apareció el Ballet flamenco, matizado por la espectacularidad de la iluminación escénica, la escenografía, el vestuario y el gran número de de bailaoras(es) en escena; esto permeo la idea de crear “coreografías”. Más tarde apareció otro estilo, que integraba la idea de la narrativa, el Flamenco fusión, el cuál integraba la influencia del biodrama o teatro biográfico, haciendo valer la historia personal de los bailaores; este estilo permitió que se desarrollaran artistas escénicos de manera individual rompiendo con la visión del ballet. En la década de los 70s del siglo XX, por disposición oficial, la enseñanza y espectáculos de flamenco dejaron de depender de artistas españoles y se responsabilizó a artistas mexicanos, de ahí que los primeros rasgos de experimentación se volcaran a cuestiones más cercanas a nosotros, como la idea de vida y muerte, de fiesta, entre otras; lo que permitió generar el concepto de Flamenco Mexicano, no solo porque estaba hecho en el país, sino porque estaba colmado de preocupaciones nacionales. Con el uso de la narrativa en la estructura coreográfica de la danza flamenca se generó la posibilidad de la creación coreográfica, más allá de la improvisación del tablao. Esta posiblidad termino detonando otros usos escénicos del flamenco y así surgió la experimentación e investigación en el seno de la danza flamenca. El flamenco experimental, como se le denomino, no busca establecer coreografías concretas ni rescatar la raíz cultural del flamenco, sino que busca abstraer sus elementos performáticos y escénicos como dispositivos de creación, dando pie a lo que hoy día se le llama Flamenco Contemporáneo. (el flamenco se suma a todas la tecnicas de danza aportando su sabiduría del ritmo y la construcción emocio-corporal, poscionandose como un lenguaje dancístico contemporaneo como el butoh Así, muchas de estas perspectivas del flamenco crean confusión en el público, pero ha sido gracias a la proliferación de festivales en todo el mundo que han ayudado a organizar la epistemología del arte danzario flamenco para que tanto creadores, ejecutantes y púbico vayan entendiendo la gama de posibilidades creativas en el seno del arte flamenco. Desprovernos del rojo pasión: el flamenco contemporáneo. El flamenco contemporáneo es una nueva forma de habitar la danza, tomando sus elementos más vitales para experimentar escénicamente con ellos. Se vale de preguntas y de elementos interdisciplinarios para responder con el cuerpo, teniendo la claridad de los dispositivos de creación: el ritmo, la voz y la idea de identidad, generados por el flamenco, pero generando otros códigos estéticos, más apegados a la auto-exploración del movimiento corporal propio.; D3